viernes, 13 de septiembre de 2013

IMITADOR

Fotografía de Héctor García, Entre el progreso y el desarrollo.




Es muy fácil hacer las cosas. Todo es cuestión de inventárselas.

Yo, por ejemplo, me levanté un día y dije: “me voy a inventar que soy escritor”. Y al año ya tenía un libro publicado y un montón de amigos poetas y un estilito de vida todo de escritor. Yo pasaba por la calle y la gente decía: "Uy, uy, ahí va un escritor”. Y me pasaban todas esas cosas raras que le pasan a los escritores. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba dando entrevistas sobre mi escritura revolucionaria que mezclaba la
prosa y el
verso
sin avisarle
al lector.

La verdad es que la vida empezó a adquirir un tono un poco más enloquecido del que  yo realmente quería. Entonces paré mi bohemia inventada (¡Hola, soy un escritor!). Me conseguí una novia, me puse a trabajar y volví a  la Universidad. Así nomás: me convertí en un hombre de bien (de nuevo en la casa de mis padres, sopita caliente, trabajo, estudio, amor, dormirse temprano, ver algo de televisión, leer poco (porque hay que estudiar) y así. Delicioso). Es que es muy fácil hacer las cosas. Todo es cuestión de inventárselas.

El problema con todo eso es que de repente uno abre los ojos y se dice a uno mismo: ¿Qué hago aquí?, ¿Por qué estoy en un salón estudiando la teoría estética de Walter Benjamin?, ¿Por qué tengo una novia?, ¿Por qué estoy desperdiciando mi vida viendo programas de televisión? Y uno pude calmar esa preguntadera con algo de ejercicio o con un poco de goticas de valeriana, pero, cuando todo parece volver a la normalidad, aparecen de nuevo:

- ¿Por qué estoy aquí?
- ¿Por qué estoy aquí?

- La vida no pude seguir siendo este bulto de papas. ¿Cómo llegué a esta situació…
- La vida no pude seguir siendo este bulto de papas. ¿Cómo llegué a esta situació…

-…
-…

-¿Me estás imitando?
-¿Me estás imitando?

-…
-…

- No es bonito que lo imiten a uno. Uno siente como que no puede seguir hablando porque en cualquier momento siente como que la voz del otro ya se viene encima. No es fácil  explicar ese horrible senti…
- No es bonito que lo imiten a uno. Uno siente como que no puede seguir hablando porque en cualquier momento siente como que la voz del otro ya se  viene encima. No es fácil  explicar ese horrible senti….

-Puta vida. ¿Quién eres? ¿Por qué me imitas?
- (…) vida. ¿Quién eres? ¿Por qué me imitas?
-  ¿No puedes decir  la palabra “puta”?
-  ¿No puedes decir la palabra “(…)”?.
-Ah, qué bien. Entonces no me puedes imitar.
-…
-…

-Es cierto. Ya no puedo imitarte. Disculpa. Todo parecía tan divertido.

-¿Quién eres? ¿Por qué no puedes decir la palabra “puta”? ¿Eres marica, o qué? Es sólo una palabra: "puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta".

- Está bien. Tienes razón.

- Intentémoslo juntos.

- Va.

- uno…

- dos…

-yyyyyyyyy…

-tres…
- - puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta, puta…


- Qué lindo, ya te puedo imitar de nuevo.
- Qué lindo, ya te puedo imitar de nuevo.
- No. Te adelantaste. No me imites. Yo soy el imitador.
- No. Te adelantaste. No me imites. Yo soy el imitador.
- Puta vida. Me estas dando de mi propia medicina. “Los pájaros tirándole a las escopetas”.
- (…) vida. Me estas dando de mi propia medicina. “Los pájaros tirándole a las escopetas”.